Colección: Damien Berrard

La obra de Damien Berrard se sitúa en la encrucijada de ritmos y colores, donde la pintura se convierte en un lenguaje instintivo, casi musical. Impulsado por su sensibilidad de músico-poeta, el artista explora el lienzo como una partitura viva, donde cada gesto, cada matiz, cada trazo es una nota en suspenso, un aliento vibrante de emoción.

Inspirado por el movimiento, la luz y la intensidad del momento, Berrard compone universos dinámicos, a menudo explosivos, en los que el color reina supremo. Pulsa, se confronta a sí mismo, responde a sí mismo y crea una energía pictórica cruda, casi orgánica. Su práctica es libre, gestual, intuitiva: una forma de improvisación pictórica que a veces evoca el caos del mundo, a veces la frágil belleza de un sueño despierto.

Sus obras, ricas en texturas y contrastes, oscilan entre la abstracción lírica, la espontaneidad alegre y la profundidad meditativa. Convocan los sentidos, la memoria y la imaginación. Percibimos ritmos secretos, resonancias internas, fragmentos de poesía visual.

Cada lienzo es una aventura, un campo de exploración donde se mezclan ráfagas de voz, latidos y ráfagas de luz. Lejos de cualquier narración lineal, Damien Berrard nos invita a sentir más que a comprender, a sumergirnos en el material como uno entraría en una melodía.

✨Para él, pintar significa hacer bailar al mundo. Es transformar lo indecible en colores.✨