Colección: Susanne Larrieu

No nací en un entorno propicio para hacer arte. Fue gracias a la Educación Nacional de mi época que tomé conciencia de la cultura. Visitamos los museos y monumentos de París. Dotada de una gran sensibilidad y curiosidad, descubrí un mundo que inmediatamente me fascinó.
Tuve que trabajar desde muy joven en fábricas, hospitales y luego en oficinas. Fue a raíz de un traslado, alrededor de los treinta años, a un pueblo de Seine et Marne, que conocí a artistas que me dieron confianza y me adoptaron. Luego me sentí abrumado por un exceso de formación: pintura en porcelana, dibujo al natural, pintura, modelado y terracota, corte de piedra.
Cuando regresé a París, ingresé en la École des Beaux-Arts de Paris en Montparnasse para una formación más seria durante cuatro años, así como para varios talleres de artistas.