Vista de la instalación, Museo 900, 2012
Apocalipsis es una obra monumental e inmersiva que despliega un vasto panorama de imágenes y símbolos, invitando al espectador a navegar por un mundo aparentemente caótico y fragmentado. Utilizando marcador negro sobre PVC como soporte, el artista yuxtapone escenas contemporáneas con elementos históricos, mitológicos y populares, creando una mezcla ecléctica y desconcertante que evoca tanto el orden como el desorden, lo antiguo y lo moderno.
Cada sección del díptico está repleta de intrincados detalles y figuras simbólicas: escenas de guerra, banderas de diversas naciones, criaturas fantásticas y figuras icónicas coexisten en un espacio visual denso y dinámico. Una corona preside la composición, quizás una referencia al poder humano o a la vanidad. En medio de este abundante conjunto, emergen elementos narrativos que sugieren historias múltiples y contradictorias, reflejando la complejidad de nuestro mundo actual.
Esta obra, gracias a su escala y complejidad, crea un espacio inmersivo que invita al espectador a moverse, acercarse y distanciarse para comprender cada detalle y su integración en el conjunto. La vista de la instalación en el Musée 900 acentúa aún más el impacto visual de la obra, con las paredes blancas neutras que amplifican el contraste con el negro intenso del marcador y las vívidas formas de la composición.
Apocalipsis no es sólo una obra sobre el fin de los tiempos, sino una reflexión sobre la condición humana, la fragilidad de la civilización y la naturaleza cíclica de la historia.
Invita a una profunda contemplación sobre cuestiones contemporáneas al tiempo que se basa en un rico repertorio de referencias visuales y culturales.
