Corola

Pintura al óleo, 61x50cm, 2024 París

Corola

Corolle es una pintura al óleo que captura un momento de introspección a través de la figura de un "monstruo triste" acurrucado dentro del marco de la pintura. Este personaje, teñido de rojo, contrasta intensamente con el fondo azul ultramar, creando una atmósfera a la vez íntima y llamativa. La postura del "monstruo triste", con la cabeza apoyada en uno de sus brazos, evoca cansancio emocional o melancolía, pero también cierta dulzura.

Este brazo doblado sostiene delicadamente una flor que se envuelve alrededor de su antebrazo y termina en la punta de sus dedos. Esta flor, frágil y orgánica, parece ser una extensión del propio personaje, como una manifestación física de sus emociones. Unos cuantos pétalos caen a lo largo de su cuerpo, aumentando la sensación de delicadeza y efímera, recordando la frágil belleza de las cosas que eventualmente se desmoronan.

El monstruo triste también parece apretado en este contexto. Parece casi demasiado grande para este espacio restringido, como si sus emociones o su esencia se desbordaran de lo que le fue impuesto. Este sentimiento de estrechez evoca la idea de un personaje que intenta contener en sí mismo emociones demasiado vastas para el marco que se le ofrece.

Corolle es una obra que explora la conexión entre la naturaleza y las emociones humanas, simbolizando cómo nuestros sentimientos pueden arraigarse dentro de nosotros, crecer y luego desvanecerse suavemente. La flor, con sus pétalos que caen, evoca pérdida o transformación, sugiriendo que incluso en momentos de retraimiento y vulnerabilidad, hay cierta belleza en el acto de dejar ir. El cuadro invita al espectador a contemplar la forma en que llevamos dentro de nosotros fragilidades tan hermosas como pasajeras, y a encontrar en ellas una forma de aceptación y paz.