Eco I
Pintura al óleo, 73 x 60 cm, 2024 París
Eco I y Eco II forman una serie de dos óleos, pensados para ser disfrutados por separado o en conjunto, creando un díptico. Cada cuadro presenta cuatro caras, todas orientadas hacia el centro, como si se estuviera produciendo una interacción silenciosa o una reflexión compartida.
Los variados tonos de los rostros y los fondos simbolizan la diversidad de identidades, emociones y experiencias humanas.
A pesar de esta diversidad, surge una unidad: todos estos rostros diferentes convergen hacia un único punto central, expresando la idea de que, a pesar de nuestras diferencias, todos compartimos una humanidad común. Este juego de contrastes entre diversidad y unidad evoca una reflexión sobre la forma en que nuestras individualidades coexisten y responden entre sí en el mundo.
Mirando los rostros vueltos hacia el centro, el espectador es invitado a preguntarse qué significa encontrarse, entenderse, intercambiar más allá de las apariencias. Cada rostro es un reflejo del mundo interior y exterior, como ecos que resuenan entre sí.
Al contemplar estas obras, el espectador puede sentir un eco personal, una resonancia interior que lo impulsa a reflexionar sobre sus propias identidades, relaciones y conexiones con los demás.
