Las 7 Puertas de Osiris – Gwenelvez
Dimensiones: 50 x 50 cm
Técnica mixta (acrílico, cintas, pedrería, perlas, joyas y plumas)
Año: 2023
Precio: 810€
Un viaje iniciático al más allá
Sumergido en un azul profundo, el reino de Osiris se abre ante nosotros, imbuido de misterio y simbolismo sagrado. Anubis, guardián de las almas, vela, dispuesto a guiar a los difuntos a través de las siete puertas que conducen al juicio final.
Los adornos dorados y bordados evocan la riqueza de los templos antiguos, mientras que las cintas brillantes y las perlas recuerdan las ofrendas colocadas en las tumbas de los faraones. Cada puerta es una prueba, un umbral a cruzar, un paso en el camino hacia la eternidad.
A la derecha, los símbolos sagrados del antiguo Egipto cobran vida: la balanza de Maat, que pesa el alma contra una pluma, el escarabajo, símbolo del renacimiento, y el ankh, llave de la vida eterna. Estos elementos, enriquecidos con relieve y materia, hacen que la obra sea viva, casi ritualista.
"Las 7 Puertas de Osiris" es una invitación a explorar los misterios del más allá, a seguir el camino de las almas en un viaje donde la luz y la justicia reinan supremas.
🔹Obra original única – Se entrega certificado de autenticidad.
🔹 Envío cuidadoso y seguro.
🌟Una pintura fascinante para los fanáticos del antiguo Egipto y las leyendas inmortales.
Una vez llegado al reino de
Douat (la tierra de los dioses), el difunto debía atravesar siete puertas, recitando una fórmula mágica sin equivocarse en cada parada. Si tenía éxito, llegaba al Salón de Osiris, el lugar del
juicio .
Fue aquí donde los dioses de la muerte realizaban el "
pesaje del corazón ", una ceremonia en la que se juzgaba si las acciones terrenales de la persona habían sido virtuosas. El pesaje del corazón era supervisado por el dios con cabeza de chacal,
Anubis , mientras
Thoth , el dios de la escritura, registraba el resultado.
Cuarenta y dos dioses escucharon la confesión del difunto quien se proclamó inocente de cualquier delito contra el orden social divino y humano. Luego se colocaba el corazón de la persona en un platillo de una balanza, y en el otro se colocaba una pluma que representaba
a Maat , la diosa de la verdad y la justicia. Si el corazón tenía el mismo peso que la pluma, la persona era justificada y ganaba la inmortalidad. De lo contrario, fue devorado por la diosa
Amemet . Esto significaba que el difunto no podría sobrevivir en la otra vida. Cuando un faraón pasaba la prueba, se fusionaba con el dios
Osiris . Luego cruzó el mundo inferior en una barca solar en compañía de los dioses para llegar al paraíso, donde gozaría de la vida eterna.
Extracto del sitio web del Museo Canadiense de Historia
https://www.historymuseum.ca/cmc/exhibitions/civil/egypt/egcr04f.html
