En “Nico”, Sabina Qaja revela un desnudo masculino lleno de vulnerabilidad y reflexión. Este dibujo al carboncillo sobre papel Roma, que mide 49 x 86 cm, captura a la modelo en una postura relajada pero meditativa, apoyada contra una superficie, con el rostro ligeramente inclinado en un gesto de introspección. Sabina juega hábilmente con sombras sutiles y líneas suaves para transmitir la fragilidad y fuerza del cuerpo humano.
La elección del carbón, con sus delicados tonos de gris, crea una atmósfera íntima y cruda, donde cada detalle del cuerpo se revela con una honestidad inquietante. Nico parece perdido en sus pensamientos, su cuerpo desnudo refleja una humanidad despojada de toda fachada. La obra invita al espectador a reflexionar sobre la condición humana, sobre la soledad y fragilidad que todos compartimos.
Ser propietario de “Nico” es una oportunidad de sumergirse en el arte de Sabina Qaja, donde el realismo académico se une a la sensibilidad poética. Esta pieza aportará un toque de profundidad y elegancia a cualquier espacio, recordándonos que el arte es ante todo una exploración del alma humana.
