Puerta de piedra Raphael Plus

“Puerta de Piedra Rafael Plus”
100 x 70 cm, Acrílico sobre PVC, 2016

En esta cautivadora obra titulada “Raphael Plus Stone Door”, el artista fusiona hábilmente elementos dispares para crear una versión moderna de la iconografía clásica. El rostro de un joven de rasgos suaves, que recuerdan a los de los retratos del Renacimiento italiano, está enmarcado por una ventana rectangular, evocando un cuadro insertado dentro de otro cuadro. Esta mirada misteriosa, a la vez distante y comprometida, inmediatamente atrae al espectador, sumergiéndolo en una contemplación de la naturaleza de la identidad y la percepción.

Una mano derecha levantada, en un gesto que podría simbolizar tanto una bendición como una reivindicación, parece detener una magnífica mariposa en pleno vuelo, quizás una metáfora del espíritu libre o de la fugaz belleza de la juventud. La mano izquierda sostiene un objeto invisible, dejando una apertura a la interpretación, un juego de sombras y luces que contribuye a la teatralidad de la escena.

En el centro de la composición, una puerta de piedra, tallada en el torso de la figura, revela un espacio vacío, una especie de pasadizo secreto que conduce a lo desconocido. Esta elección de incorporar elementos arquitectónicos sugiere un viaje interior, una exploración de los misterios escondidos en lo más profundo de nuestro interior. Las paredes de ladrillo rojo contrastan con la suavidad de la piel y la fluidez del paño rojo echado sobre el hombro izquierdo, un eco sutil de las vestimentas de los santos y figuras sagradas del arte religioso.

El fondo de la obra, un campo desierto bajo un cielo crepuscular, refuerza la atmósfera onírica de la imagen, creando una tensión entre la serena quietud de la figura central y el constante movimiento de la naturaleza a su alrededor. La mirada del joven parece desafiar el infinito, invitándonos a entablar un diálogo silencioso con él.

“Raphael Plus Stone Door” es una meditación sobre las dualidades: lo espiritual y lo físico, el interior y el exterior, el pasado y el presente. Con esta obra, el artista nos recuerda que la historia del arte es una puerta constantemente abierta, una invitación a redescubrir y reinterpretar símbolos antiguos bajo una luz contemporánea. Una pieza poderosa y poética, que resuena con la promesa de descubrimiento interior y exploración sin fin.