Jabalí moribundo, tras la bala del cazador. Combinación de engranajes y mecanismo rotos. Fundición Paumelle.
Bloody Sanglier de Thierry Benenati es una obra conmovedora que captura el momento final de la lucha entre la vida y la muerte. Este jabalí, congelado en su último aliento, evoca una fuerza bruta detenida por la mano implacable del destino. Su cuerpo, marcado por el impacto de la bala de un cazador, es una compleja amalgama de engranajes y mecanismos rotos, que atestiguan la violencia del momento.
Cada detalle de la escultura de bronce es un homenaje al poder de este noble animal, ahora reducido a un símbolo de la lucha por la supervivencia. El artista fusiona hábilmente lo orgánico y lo mecánico, creando una pieza que habla no sólo de la naturaleza sino también de la compleja relación entre el hombre y la máquina.
Con un precio de 26.000 euros, esta escultura es una reflexión sobre la fragilidad de la vida y la brutalidad de la muerte, un poderoso recordatorio visual de que incluso las fuerzas más formidables pueden ser derrotadas. Bloody Boar es una adición espectacular a cualquier colección, una pieza que nunca deja de cautivar y provocar una profunda introspección.
