“La rueda de las relaciones”
100 x 70 cm, Acrílico sobre PVC, 2018
En “La rueda de las relaciones”, el artista nos lleva a una intrigante exploración visual de las relaciones humanas y la interacción entre diferentes temporalidades y representaciones culturales. Esta obra es una colisión magistral de símbolos antiguos y modernos, que cuestiona la complejidad de las relaciones en un mundo en constante cambio.
En el centro de la composición, una mujer contemporánea, en ropa interior negra, encarna la modernidad y la sensualidad. Se la representa con un realismo inquietante, con la mirada desviada como si intentara esquivar la mirada del observador o contemplar algo invisible para nosotros. Su inclusión en este contexto ecléctico invita a reflexionar sobre cómo se perciben e interpretan la belleza y la feminidad en diferentes épocas y culturas.
Al fondo, un fragmento de una obra clásica, una cabeza barroca ricamente detallada con sus rizos extravagantes y su mirada pensativa, se yuxtapone a esta figura moderna. Esta oposición de estilos (realismo contemporáneo versus grandeza histórica) crea un diálogo visual sobre el paso del tiempo, la persistencia de ciertos íconos culturales y la evolución de la representación artística.
El ouroboros, esta serpiente mítica que se muerde la cola, rodea toda la escena, simbolizando el eterno retorno y la idea de que las relaciones y los ciclos de vida están destinados a repetirse. La serpiente aparece casi animada, añadida en blanco y negro como un dibujo a mano, añadiendo una capa de simbolismo místico y continuidad en el ciclo de las relaciones humanas.
En el centro del lienzo, el icono de un reloj de arena parpadeante, comúnmente utilizado para representar el paso del tiempo o la espera en el contexto digital, refuerza la idea de que las relaciones están en constante evolución y están influenciadas por el incesante flujo del tiempo. También recuerda nuestra dependencia moderna de la tecnología para gestionar nuestras relaciones, lo que sugiere una tensión entre lo efímero y lo eterno.
Los cuadrados de colores en la parte inferior de la composición, que tal vez evocan paletas de pintura o píxeles, simbolizan la interferencia de los medios digitales en nuestra comprensión de las relaciones. Nos recuerdan que las percepciones del arte, el amor y las relaciones están hoy mediadas por pantallas y filtros de todo tipo.
“La Rueda de las Relaciones” es una meditación sobre la naturaleza de las relaciones a lo largo de los tiempos. La obra fusiona elementos de diferentes épocas y estilos para crear un complejo tapiz visual que nos invita a pensar en cómo el pasado informa el presente y cómo los símbolos, ya sean antiguos o modernos, continúan dando forma a nuestra comprensión del mundo y de nosotros mismos.
