Colección: José María Lamo de Espinosa.

Nacida en 1953, mi relación con la fotografía comienza en 1973. Es una relación íntima, personal hasta finales de 2021, cuando decido salir del entorno de mi computadora, mi cámara, mi pantalla para dar a conocer mi trabajo.

Como cualquier ser humano, soy un cúmulo de experiencias,

Me gusta la geometría, la arquitectura, los reflejos y las transparencias, la ciudad y sus calles, su gente. Amo la naturaleza, la grande y la pequeña, lo macro. Equilibrio y desequilibrio.

Siempre he sido un voyeur, un observador.
Me gusta mirar, ver, encontrar algo bello, armonioso, feo, impactante, suave, áspero, sorprendente.
Algo que me llama la atención. Una forma, un ritmo, un contraste.

Ver lo que nadie ve es un arte, una profesión, una pasión, un hobby, una ilusión. Buscar lo que tenemos frente a nosotros pero nadie ve... es un arte. Destacar una imagen sin importancia, que pasa desapercibida, es un arte. Esto es lo que persigo utilizando la fotografía.

Se dice que la foto es fiel reflejo de la realidad. Nada podría estar más lejos de la verdad. A veces sí, a veces no.
Quizás fotografía utilizada con fines científicos o técnicos y todavía.

La pintura y la fotografía cuentan realidades utilizando diferentes caminos, técnicas y puntos de vista. Siempre me gustó el segundo. Y cuando tienes la obra frente a ti, te das cuenta de que te conmoviste como un niño mientras producías la obra. Tu relación con ella es como un juego. A veces con sorpresas.

¿Y por qué blanco y negro en un mundo lleno de colores?

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