Las piedras preciosas de la Corona: El diamante Regente y otras joyas

La Galerie d'Apollon del Louvre alberga una de las colecciones más prestigiosas de Francia: las Joyas de la Corona . Entre estos tesoros, ocupa un lugar destacado el famoso Diamante Regente , considerada una de las piedras preciosas más bellas del mundo. Descubierto en 1701 en la India, este diamante adornó la corona de Luis XV y abarcó la historia de Francia, desde la monarquía hasta los emperadores.

Una colección real excepcional

Además del Diamante Regente, la Galería Apolo contiene otras joyas preciosas que pertenecieron a reyes y emperadores franceses. Las piezas presentadas encarnan no sólo la riqueza sino también el poder de los soberanos que las lucieron. El esplendor de la galería, decorada por Charles Le Brun , crea un marco digno de la magnificencia de los tesoros expuestos.

Esta colección es hoy un testimonio de la opulencia de las monarquías francesas y atrae cada año a miles de visitantes, deslumbrados por la belleza de las piedras y la fascinante historia que las acompaña.

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Las Gemas de la Corona Francesa son uno de los tesoros más fascinantes que se exhiben en el Louvre. Estas joyas, que tienen una historia rica y tumultuosa, simbolizan tanto el poder como el prestigio de los reyes y reinas de Francia.

Origen y composición:

• Las Joyas de la Corona se establecieron durante el reinado de Francisco I en el siglo XVI y fueron ampliadas por cada monarca sucesivo. Incluyen coronas , tiaras , espadas y adornos adornados con piedras preciosas como diamantes , rubíes , esmeraldas y zafiros .
• Entre las más famosas se encuentran la Regente , un diamante de 140 quilates, considerado uno de los más bellos del mundo, y la Espada de Carlomagno , símbolo del poder imperial, decorada con piedras preciosas.

Una historia turbulenta:

• Las Crown Gems han pasado por muchos cambios. Durante la Revolución Francesa , en 1792, algunos de estos tesoros fueron robados del Garde-Meuble de la Couronne. Aunque algunas joyas se han recuperado, otras se han perdido para siempre.
• Las piedras restantes se vendieron parcialmente en el siglo XIX, tras la caída del Segundo Imperio. Sin embargo, una parte importante de las joyas se ha conservado y expuesto al público.

Las joyas del Louvre:

• Hoy en día, muchas de estas piedras preciosas se exhiben en la Galerie d'Apollon del Louvre, donde los visitantes pueden admirar la magnificencia de estos símbolos de la realeza.
• El diamante Regent , montado en la espada de Napoleón I , es una de las piezas centrales de esta colección. Fue usado por el emperador durante su coronación en 1804.

Simbolismo y herencia:

• Las gemas de la corona no son sólo artículos de lujo; encarnan el poder absoluto y la gloria de los monarcas franceses. Cada joya cuenta una parte de la historia de Francia, marcando acontecimientos como coronaciones, matrimonios reales o incluso conquistas.

Una fascinación intacta:

• El público sigue fascinado por estas joyas legendarias y su presencia en el Louvre las hace accesibles a todos, recordando el esplendor de las cortes reales de antaño.

Las piedras preciosas de la Corona siguen deslumbrando a visitantes de todo el mundo, símbolos eternos de la grandeza y el prestigio de los soberanos de Francia.